Y que Vd. me llevó al huerto
Creyendo que me quería
Y
me dejó casi muerto
En
medio de la porquería.
Fue
el día que me contrataron
Y
firmé por compromiso
Obligado por el paro
Y
los tiempos que corrían.
Se
apagaron los crisoles
Y
usé sus ordenadores;
De
una hora en otra hora
Me
tocaron los "cojones"
Y
yo callado diciéndome: Bueno, tendrán sus razones.
Dale que te pego al intro
Se
me abrieron las pantallas
Como
rosas y jacintos,
Y
de siete horas al día
Pasaron a ser catorce
Pero el sueldo no subía.
Mis churumbeles lloraban
y no podía revelarme:
el salario me sonaba
en el oído a poco
pues antes del día veinte,
ya no hay ni pa’cocido,
mientras esperaba un incentivo
que nunca jamás llegaba.
Así pasaban las horas
maldiciendo yo el sino
pues aquella tarea de espinos
hacían sudar mis canas como un río.
Yo me quite la corbata
Vd. la chaqueta parda
exhibí mis cuatro razones
e hice varios intentones
pero Vd. es el que mandaba.....
Pues mire Vd.,¡ ni nardos, ni caracolas
ni más puñetas, ni más horas
aunque salga el sol o la luna
por Antequera, Sevilla o Osuna!.
…Aquella noche corrí
el peor de los caminos
montado en piedras de rasca
sin zahones ni estribos
pero tuve que decirle
aquello que no quería: ¡basta!
Sucio del trabajo ingrato
Vd. me llevo al huerto
Haciéndome creer medio tonto
más que tonto, un lirio muerto.
Me porté como quien soy
como un trabajador honrado
y Vd. aún más despiadado
me exhibió el contrato en el río
me anunció el finiquito
y me dejó
helado y con escalofrío.
Cuando llegué
a la oficina
Ya no tenía
despacho
Ah, Dios
míos, que me lo está
Poniendo a huevo…¡que depresión me entró!
Acababan de romper
el contrato…
Y yo, salvao,
¡que idiotas!
Se vieron en
el juzgado
Y allí…me
dieron todas las cuotas
Y me fui.
¡adios, bye, bye, ¡
© Luis Vargas alejo
Granada, febrero 2004
Jajaja! Esto no tiene desperdicio...qué siempre has tenido bien abiertas las "entendederas", no caben dudas, y de que eres pícaro para el duelo; mucho menos.
ResponderEliminarAbrazos
Y así escribí y dije a mi Director, cuando me fui de la Empresa en el 2004, después de tanta ingratitud. En aquella época rimaban mis versos y no eran versos-inversos, sino balas de cañón, pues era tal la desazón, que opté, con razón, mandarlo todo al carajo, jubilarme, lavar mis versos con estropajo y no volverme a arrimar a una Empresa, ni rimar jamás un verso más. ¿Qué te pareció?
EliminarSiempre has tenido ingenio...
ResponderEliminarBesos
Pues, me parece bien...cuanto quisiera yo, poder imitarte; pero, si trabajando tengo que hacer "maromas", sin trabajo me las vería gris.
ResponderEliminarEllos perdieron un Especialista; España, ganó un poeta.
Abrazos