El silencio lucha con sus
propias leyes;
un dialecto compartido
que escucho en condena
a tantos gritos
que se difuminan en mi garganta
en el intento, vano, de expulsar
a ese depredador que quema
poco a poco, la flor mustia y
sombría
que desea crecer y no puede.
Hace tiempo que lo escucho…
Begoña M. Bermejo
Begoña M. Bermejo
Estupendo poema, amiga. Me resulta muy bueno.
ResponderEliminarBesos
Gracias, amigo.
EliminarUn beso.
Es un poema con buen tema, Bego, pero le falta ritmo. En algunos versos te pierdes y y das demasiadas vueltas a las palabras sin encontrar donde colocarlas, tal vez:
ResponderEliminarEl silencio lucha con sus propias leyes;
dialecto que escucho en condena a tantos gritos,
difuminándose en mi garganta
en el vano intento de expulsar
a ese depredador que quema:
poco a poco, la flor mustia y sombría
que desea crecer y no puede.
Hace tiempo que lo escucho…
Muchas gracias, lo revisaré, pues tienes razón.
EliminarBesos.