El
bagaje de las palabras
pesa en
el vacío de su decir.
En un paréntesis hueco
de dentro
del eco de unas campanas,
que repicaban notas de infancia
y juventud,
encontré el equilibrio: olvido.
El pasado agoniza. Extraigo del verbo
el tuétano
sangrante,
-los
recuerdos tienen cicatrices
que
supuran versos de dolor-
…no hay
libertad tras el silencio.
Begoña. M. Bermejo
Me resulta un poema estupendo, amiga, de mucho ritmo y buen decir.
ResponderEliminarBesos
(noto que ya hemos superado la "alergia" por las rimas
Ya decía yo que las rochas y la indisposición, que he tenido de ayer a hoy, tendrían un buen motivo...
EliminarGracias, amigo.
Besos.
Esta estrofa, querida amiga, tiene una frase incorrecta (el adverbio "dentro" lleva implícito la preposición "de" y no es necesaria salvo cuando va precedido de algún verbo de movimiento por ejemplo "venía de dentro" y al formar cacofonía como en tu caso, se debe evitar; también hay dos versos asonantes que pueden corregirse: ¿lo arreglamos?
ResponderEliminarEn un paréntesis hueco
de dentro del eco de unas campanas,
que repicaban notas de infancia
y juventud,
encontré el equilibrio: olvido.
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En un paréntesis hueco,
dentro del eco de unas campanas,
repicaban notas infantiles
y de juventud,
donde encontré el equilibrio: olvido.
Por lo demás el poema es de mi gusto en su forma, aunque sin querer o queriendo, has reflejado en su fondo, "el tuétano de tu dolor" al recordar tus recuerdos, quizá al compara emotivamente tu infancia con tu vida presente de lucha y responsabilidad.
No olvidemos que, en los versos y entre versos, el poeta refleja su psicología siempre y saca, sin darse cuenta, o sí, los fantasmas de su subconsciente. Por eso he dicho mil veces que la poesía es libertaria y liberadora.
No Pichy, las rimas asonantes dan grima en la poesía actual y hemos de vitarla siempre, salvo que, por algún motivo explícito o no, el poeta quiera hacer un poema clásico o un canto por Sevillanas, y para conseguirlo, sólo hay que trabajar el poema y sudarlo verso a verso, palabra a palabra.
Agradecida por los arreglos, no me fijé en el adverbio.
EliminarA los poemas que se les ve el interior tan claramente, no me gustan; tú has visto hasta la cocina... No se puede obviar la realidad y como ando algo escasa de lucidez poética, aunque me obligo a escribir a diario, pues esto es lo que nace.
Besos