sábado, 27 de julio de 2013

ROMANCE A D. QUIJOTE

óleo en sepia (por ordenador) de Luis Vargas 45 x 40
 
 
 
 
Quijote de lecturas y poemas
romancero de sueños y tormentos
de enmohecida espada molinera
en locura de molinos de viento,

burlose del poder establecido,
de aquellos ilustradísimos fueros
de caballeros llamados andantes
que más que héroes fueron y son, elfos

débiles nobles de jubones de oro
de arrogante blasón y mal señor
a quien combatió con adarga, lanza,
con rocín flaco, y galgo corredor.

yelmo viejo de Mambrino encantado,
que no era yelmo: bacia de barbero;
y cogió por escudero a Sancho
y dijo: "sea moderado el sueño
que el no madruga con el sol no goza
del día, y no llega a fin sus deseos"

y escribió Cervantes lenguaje puro,
y entre aventuras, desfaciendo entuertos
no sólo del buen habla castellana
sino de tantos abusos funestos
que acarrea al pueblo, la sociedad .

Bendito seas Don Quijote, atuendo
pobre y corazón perfecto: quijote.

© Luis Vargas

jueves, 18 de julio de 2013

Nos falta el madrigal



        

Hay sentencias que anidan en la carne

y se propagan en cada aliento,

en el susurro de la mínima palabra

para el desahogo y el alivio.

Escudriñan entre los espacios saqueados,

en las fábulas evocadas al reverso

de las mejores ideas para el avance, 

buscando el gris de las mantis

que deserta al finalizar la madrugada.


Tenemos palabras abiertas a la sangre

que se extienden más allá del horizonte,

alcanzando terribles resonancias azules

en el crepitar de los himnos

de los vertiginosos pensamientos libres.


Nos falta, desde siempre, el madrigal

para enaltecer el silencio que se recrea,

entre el deseo y la comisura de los labios,

de esa mujer que se exhibe segura

contra la hecatombe de este mundo.


pichy

LAS MUSAS DEL HIMALAYA

Las arrojadas miradas de espanto
de las musas con vestido de fiesta,
insistentes van acuciando los versos
como el clamor de aquellas hojas secas
que crujen sobre los suelos otoñales
bajo la lluvia que cae y no cala.

Pero riza el pelo y aprieta labios
desenfocando la imagen del sueño
y quebrantando la razón sensible
de los huecos fatuos de algunas nubes
con el dolor de las solas palabras.

El poeta canta con voz desnuda
en tonos agudos del arpa viento,
recordando recuerdos que atesora,
incapaz de escribir otro poema
sobre el blanco Himalaya de su mente.

© Luis Vargas

lunes, 15 de julio de 2013

Novísima igualdad





Entonces
el rufián come mariscos
en esta urbe bloqueada
—orfanato de humildes—,
impúdicamente sensual
entre sus versos rumbeados.
Mientras el obrero suda
intrascendente
luchando  la pervivencia.

Esta ciudad es una isla
profusa de exactitudes
en la equidad
de sus extrañas desigualdades.


Pichy

domingo, 14 de julio de 2013

DOS POEMAS




Donde se acaba la autopista
la comarcal comienza
con exabruptos,
los baches pueden
reventar las ruedas
los rayos de las tormentas
caer
sobre los árboles
o en la antena musical.

Y es ahí
cuando nos damos cuenta
donde está la realidad,
cuán insensatos somos
y de qué manera la vida
es un riesgo involuntario
precipicio preconcebido
heroicidad del hombre
para sentir el riesgo
sentirse más hombre -o mujer-
descubriendo senderos
que creemos que nos llevan
a las cuevas secretas
de los secretos.

La necesidad de la ventura
impulsada
por la insatisfacción
lucha a muerte
contra la parca
con intención absurda
de vencerla
ser valiente
y saltar por el roquerío.

Cuando la juventud pasa,
se aposenta el ser
a contemplar el delirio
de la deconstrucción
del pasado,
imperio que ya no es mío.

Los más locos
no dejan nunca
de querer ser jóvenes,
ni toman conciencia
de adultos,
ni toman el sol
bajo una sombrilla
ni saben que las cosas
se repiten
como las revoluciones
las involuciones
y las evoluciones
que siempre van
por los mismos senderos
y autopistas
aunque sean
más modernas.

© Luis Vargas

38

El tiempo
lo cura todo
tomes o no
medicinas
aunque sufras
por gusto
o disgusto
la huella queda
en el barro
temporal
aunque tú
sigas andando.

Y llega un día
que la realidad
te supera
y sin explicaciones
ya no se siente
dolor
aunque duela.

Y quedas a la espera
pacientemente,
te mueves
ríes
y lloras
y no necesitas
más cambios
ni más medicinas.

Hiciste bien
en luchar
por esto
o por aquello
pero ya viste
que mereció
poco la pena,
pues atesorado
el éxito
pierde su valor.

El río sin puente
que tantos problemas
nos dio,
que lo cruzamos
miles de veces
nadando,
sufriendo exageradamente
por ideales raros
y retos innecesarios,
hoy manso
ya no incita al cruce
porque ya estoy bien
aquí,
sin tantas necesidades,
en este lado.

© Luis Vargas



(por favor, el que vaya a decir: gusto leerte, buen poema, y cosas así, le ruego que no diga nada...es mejor, lo otro deprime; y si alguien quiere escribir algo puede hacerlo, pues los cursos se terminaron aunque no lo parezca)

martes, 9 de julio de 2013

El grito



          

Desciende una imagen desde el porvenir.
Se enriquece desnuda y, en un relámpago,
todo lo sensible resulta revolucionario
en la fecunda memoria de los que largan los ojos
sobre las perspectivas del actual horizonte,
surrealista y barroco —ecléctico—.   

Un grito quema las universales razones del detenimiento
y algunos silencios enrarecen la atmósfera.
El tiempo pervertido profiere las máculas
que distinguen los unos de los otros
en el atropello de esta sociedad de raleas,
donde las alcurnias imponen sus estatutos.

La prensa es la técnica de la desinformación
que anula y envenena.
Los cisnes blancos, no son tan blancos
y la cristalinidad de las aguas, es una metáfora.
La época no es de banalidades y canciones pastoriles;
porque una roña antigua obstruye las mentes
y coagula la hermosura de las ideas sensuales,
petrificando al hombre ante la vida.

Las plegarias no detienen los infortunios,
los discursos abochornan la inteligencia
de los hombres imbuidos en filosofías de estómagos
y pervivencias tozudas —insensatamente cautas—.

Sin hacerse la imagen, sólo al eco incinerante
del liberado grito
derrite las nieves de presumidas ínfulas:
Busco algo que me aleje de esta miseria.

Pichy

En el fondo


 
Me he fijado y el fondo
de la pantalla de mi ordenador,
es verde.

¿Acaso la esperanza
puede almacenarse en megabytes,
preservando la vida humana,
entre tanta virtualidad?

…en el fondo, sólo es un color.

Begoña M. Bermejo