martes, 12 de agosto de 2014

LENTES DE LA OPULENCIA



Enfrente está el puerto con sus barcos
—escasos hasta la dolencia—.

Los observo a través de los fríos cristales
como si fuese un turista más,
refugiándose del sol
en este lujoso bar, que imita otros tiempos
y resulta un museable escenario.

Un poco de mar siempre hace falta
ante tanto asfalto,
para que recalen los recuerdos
que nos fijan a la tierra
y zarpen en las madrugadas
los deseos insurgentes.

¡Qué bien la Isla, qué bien se ve la bahía,
desde este presuntuoso bar!
 
Pichy

7 comentarios:

  1. Aquí se rompe el ritmo en la segunda estrofa, pero el poema en general me gusta. Yo intentaria arreglarlo así o parecido:
    Ante tanto asfalto
    hace falta un poco de mar
    para que recalen los recuerdos
    que nos fijan a la tierra
    y zarpen en las madrugadas
    los deseos insurgentes.

    Creo que es un bello poema, de verdad, de deseos internos de libertad y paz.

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  2. Muchas gracias, amigo. Tomo nota de tus observaciones. Me alegra verte comentar. Fuerte abrazo

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  3. Me ha resultado muy bien tu observación, en verdad se rompe el ritmo. Lo que al ´repararlo¨, me surgen muchas dudas con la estrofa anterior...y no encuentro una solución feliz!

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  4. Este poema me transmite añoranza de tiempos mejores y deseos de cambio, que se suceden en una realidad muy dolorosa: abandono, resignación.

    Me gusta como lo has tratado, sus imagenes son muy buenas.

    Besos

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  5. Muchas gracias, amiga. Qué alegría me da verte de regreso. Nomás recalas, y ya se ilumina la Senda.

    Besos

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  6. Observo a través de los fríos cristales

    como si fuese un turista refugiándose del sol

    desde este lujoso bar, que imita otros tiempos

    y resulta un museable escenario para ver la mar.

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