sábado, 9 de agosto de 2014

VERSICULAR

1

El tajo de la guadaña
casi me parte en dos.

El sueño abierto
y el mar mareando olas.

A la intemperie el interior
sacarón la pus, no alma.

2

El verso se clavó como una espada
desde insospechadas lejanías eternas.

Lo onírico se apoderó de la edad
habitando en anestesias de recuerdos.

La palabra se vistió de blanco
y un cirujano estirpó los versos yacentes
viajando hacia galeras en un batel.

3

Demasiadas vísceras complejas
para cuerpos tan pequeños y con fecha de caducidad
gobiernan nuestra materia.

El cerebro humano, por ejemplo,
está tan lleno de cables, sustancias, células eléctricas
que es imposible gobernar las ideas
y los sentimientos.

Todo queda a merced de las disyuntivas
y adversativas calamidades
que razonamos como un ¡eureca!

No se necesita ser tan complejo para ser feliz:
somos falsos robots que nos movemos y actuamos
mientras  no nos invadan los virus
o se nos pare el reloj que marca nuestras horas.









3 comentarios:

  1. Poemas existenciales, marcados por la intervención quirúrgica, que te libró del lastre, para que andes más ligero. Espero que te hayas portado bien con los médicos; que ta han dado mejor vida.
    Bien por los poemas, amigo. Muy bien.

    Abrazos

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  2. Tres poemas sustancialmente quirurjicos. La versicula, está intacta en el extremo más humano. Has sabido extirpar lo superfluo, mostrando el miedo. Un miedo, que te ha proporcionado la vía de transfusión, que da vida a estos poemas.

    Son muy buenos.
    Besos.

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  3. Muchas gracias a los dos por vuestros comentarios

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